FUNCIONARIOS A HONORARIO EN HUASCO

FUNCIONARIOS A HONORARIO EN HUASCOSr Director:

Mi ex jefe, el alcalde de Huasco, solía enorgullecerse por  dar protección a sus funcionarios a honorarios en sus convenios. Que éramos el único municipio de la región que reconocía muchos derechos en sus contratos, como tener vacaciones, licencias médicas y derecho a pre y post natal. Era cierto, ese Municipio tenía un trato mucho más digno con sus honorarios que la generalidad. Lamentablemente sin pago de la previsión, buena parte de estas garantías podían convertirse en propaganda política, humo o simples voladeros de luces.

Muchos dirán que hablo por la herida y les voy a responder que sí que tienen toda la razón, pero no por la herida que me dejó el Alcalde Loyola, sino porque pese a las diferencias de pensamiento sobre la gestión que tuvimos al final y que significaron mi despido, le reconozco que trató en la medida de lo posible de no perjudicar demasiado los derechos de nosotros los municipales a honorarios. En cambio sí hablo por la herida contra un sistema perverso,  hablo por la herida que queda en un trabajador que tras haber trabajado leal y sacrificadamente de lunes a domingo, sin pago de horas extras, trasladándome a otra ciudad por más de seis años, de un día para otro, puede quedar en la nada porque ya simplemente no es del gusto del jefe. Así de simple. Un sistema que permite eso, es un sistema que atenta contra los trabajadores. Porque aquí ni siquiera se pagan años de servicio y te vas con una laguna previsional tan grande que te espera una triste jubilación, esa es la verdad de las cosas. Y por supuesto que esto lo avala la Contraloria y la Inspección del trabajo.

Por eso digo que esto no es culpa de la buena o mala voluntad de mi ex jefe, sino que es una vergonzosa responsabilidad del Estado como empleador. Ese mismo Estado que a través de la inspección del trabajo y el fortalecimiento de los derechos laborales acusa constantemente al sector privado, trata con la punta del pie a sus trabajadores a honorarios, como si fueran ciudadanos de quinta categoría. Porque así me siento, como un trabajador que arrojan cuando se les da la gana. Y lo que es peor, en un año de elecciones municipales los contratos a honorarios se pueden transformar en poderosas herramientas políticas para mantener asustados a esos pobres funcionarios, con una lealtad bajo amenaza y obligados a hacer de todo para no ser despedido (por hacer de todo me refiero a campaña política), pues no le queda de otra. Por eso es que yo invito a todos los honorarios que reclamen sus derechos en la justicia como yo lo haré exigiendo mis años de servicio y el pago de mis cotizaciones, y no lo haré por revancha, lo haré porque es una lucha por nuestros derechos laborales, para que nadie se sienta obligado o forzado a trabajar por un alcalde y sus colores políticos bajo la amenaza de perder su pega e irse con las manos vacías. Es tiempo de que nosotros los honorarios, los más débiles del sistema, exijamos lo que es nuestro.

Luis Trigo

Periodista

Fuente: El noticiero del Huasco