Vecinos construyen una escuela campesina para los niños y niñas que habitan las aguadas de Freirina

INICIATIVA El proyecto autogestionado busca resignificar las costumbres y la forma de vivir en aquellos sectores que se ven afectados por la migración de las familias a la ciudad.

En la Provincia del Huasco, al sur de la comuna de Freirina, en específico en la localidad de Canutillo, se está llevando a cabo un trabajo colaborativo entre apoderados y vecinos, con la finalidad de levantar la que será la Escuela Campesina de Canutillo. Actualmente la comunidad se encuentra centrada en la construcción de la que será la primera sala, trabajando así en la restauración de las pircas del poblado antiguo.

«Serán los primeros alumnos que se vuelvan a educar a los cerros, después de casi desaparecer los niños de esos territorios profundos por el éxodo de las familias a la ciudad para cumplir con la educación de los niños», señaló Alicia Tapia Pizarro, gestora de la iniciativa.

La poeta, escritora, y presidenta de la corporación «Gente de las Aguadas», relató que el proyecto es de vital importancia, ya que hace relación con la significación de los territorios. «Estamos escribiendo una historia muy hermosa, de resiliencia y de un cambio de paradigma muy necesario en estos tiempos», comentó, junto con detallar que, en este nuevo espacio educativo, aprenderán a leer, pero también a cultivar y amar la tierra».

El territorio y la identidad

En la localidad de Canutillo, tierra que es trabajada por la gente del sector, en torno a la criancería y pirquinería. Tapia señaló que este proyecto se gesta en la intención de mantenerse en el territorio y poner en valor el mismo, ya que niños y niñas se mudan a la ciudad cuando aún son pequeños para educarse, según relató la poeta, esa fue su propia experiencia. «Recuerdo que a los ocho años yo me tuve que ir, y varios partieron a esa edad para educarse. La mayoría de los niños que están allá ahora, viven la misma realidad que vivimos nosotros algún día. Al bajar los niños a la escuela, desaparecen formas de vida arraigadas en esos territorios, formas de vida que son únicas y que existen en espacios como estos, como las aguadas», detalló.

Alicia comentó que, dado que sus antepasados y la historia del sector se liga con la pirquinería, «comenzamos con la idea de hacer uso de las antiguas pircas que aún quedan en el sector, trabajando así en la restauración de éstas, para que se transformen en salas de aprendizaje. Eran estancias de paso (…) queremos seguir haciendo esta ocupación simultánea del territorio, que tiene que ver con el rescate de nuestra forma de vida, nuestra prevalencia como personas que viven en las aguadas», explicó.

La Corporación «Gente de las Aguadas», nace justamente para albergar esta escuela en Canutillo. La corporación de carácter privada y sin fines de lucro, está enfocada en el rescate, salvaguarda, difusión y transmisión de la cultura tradicional de estos sectores. «La idea es que ellos formen diversos conocimientos y así van a estar preparados, para cuando sean más adultos, de tomar la elección de ‘bajar’ a la ciudad a educarse», enfatizó Alicia.

Sin embargo, se busca que los niños antes de dominar conocimientos más estandarizados, dominen primero los conocimientos y experiencias de aprendizaje ligados al territorio que habitan. Por ello, Pizarro comentó que deben aprender a leer y a cultivar sus alimentos, es decir, vivir en torno a la naturaleza. «Esperamos que por ejemplo aprendan matemáticas contando las cabras en el corral, que aprendan de minerales recorriendo», detalló.

Profesores y colaboradores

Son ocho niños y niñas los que ya están contabilizados como estudiantes del proyecto; Baltazar, Nicolás, Helena, Maite, Claudia, Tomás, Cristóbal y Nahuel. La iniciativa cuenta con el apoyo y respaldo de diferentes docentes, según explicó Pizarro. «Este es un proyecto autogestionado que al menos durante dos años, los profesores que van a estar ahí, van a estar trabajando gratuitamente», mencionó.

En relación a las áreas a estudiar, comentó que contaban con profesores de educación general básica y también docentes del área artística, dado que buscan profundizar en las diversas formas que tiene el ser humano para expresarse, según explicó Alicia.

Sin embargo, el foco principal estará en el entorno de los

«Serán los primeros alumnos que se vuelvan a educar a los cerros, después de casi desaparecer los niños de esos territorios profundos por el éxodo de las familias a la ciudad para cumplir con la educación de los niños»

Fuente: Diario Atacama

Constanza Rivera Zarricueta