Testigo del aluvión en Alto del Carmen: No hubo alarma de ningún tipo

  • La cuidadora del Centro de Adultos Mayores aseguró que no se entregó información de la alerta.
  • Única víctima falleció de un ataque cuando el barro entró al hogar de ancianos donde residía.

Una de los testigos del aluvión que atravesó la localidad de El Tránsito el 27 de enero pasado, y dejó una víctima fatal, denunció que no existió ninguna alarma previo al incidente.

La víctima era un residente del Centro de Adultos Mayores, quien fue identificado como Osvaldo Opazo, de 76 años.

Roxana Godoy, que realizaba labores de cuidadora del centro, relató el momento en que el barro bajó de los cerros, los 30 minutos en que la caída de 16 milímetros de agua activó la quebrada La Plaza que atraviesa el poblado antes de llegar al río.

La asistente es conocida en el refugio donde hoy está pernoctando como «la heroína», porque con su acción logró rescatar a dos «abuelos» del barro.

«Nunca imaginé…no hubo alarma»

Godoy hace un mea culpa por no ser previsora en cuanto a la situación que se avecinaba: «Un joven del pueblo pasó corriendo entre las calles gritando que se viene la quebrada”, a lo que un carabinero le prestó apoyo, eso permitió que algunas familias lograran abandonar a tiempo sus viviendas.

“Si yo hubiera presagiado, le habría pedido alguien que me ayude a sacar a los abuelitos pero yo no lo hice porque nunca me imaginé tal cosa: porque no hubo alarma, tampoco un anuncio por la radio sobre la alerta temprana”, afirma Godoy.

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El alud de barro atravesó el centro del pueblo de El Tránsito.

«Siempre estuvimos a flote»

Siete personas se encontraban en las dependencias en ese momento, cuatro adultos mayores y los funcionarios, además de Roxana, que se hallaba en una sala jugando dominó y conversando con tres residentes.

«A eso de las cinco y media cayó un solo chorro de agua fuerte, nosotros quedamos anegados en la pieza, mientras los paramédicos estaban en el otro sector porque la casa es grande”, dice Roxana.

«Entonces miro por la ventana y veo que viene bajando como pasto seco, paré y miré de nuevo y era puro lodo. Entonces dije se bajó el río (…) Termino de hablar y estallan los vidrios, entonces entró todo el barro de golpe y nos impulsa el agua para afuera a los cuatro en el mismo momento», sigue.

Acerca del momento en que se produjo el deceso, Godoy explica que «en ese momento tenía agarrado al viejito que estaba al lado mío y don Osvaldo pegó un solo grito y nada, no reaccionó nunca más», sufriendo un paro cardiaco que terminó con su vida.

Según el relato, fueron tensos momentos en que el barro les impedía tocar fondo:  «siempre estuvimos a flote, nunca tocamos suelo», afirma Roxana, quien logró  evitar perder a los tres ancianos en medio del caudal (incluyendo el cuerpo de Osvaldo), luchando contra palos, y todo tipo de material que este arrastraba, hasta que llegaron los paramédicos para rescatarlos.

Fuente e imagen: cooperativa